México | 09/17/2025 07:19:00 a. m. | Adriana Ochoa
La reciente campaña del Gobierno de Claudia Sheinbaum contra el consumo de refrescos volvió a colocar a Coca-Cola en el centro del debate público, al señalar los daños que las bebidas azucaradas ocasionan a la salud.
El tema reabre una discusión global: ¿qué países han prohibido esta bebida y por qué México, líder en su consumo, podría tomar medidas similares?
Aunque Coca-Cola se comercializa en casi todo el planeta, existen dos excepciones: Cuba y Corea del Norte. En ambos casos, la prohibición responde a decisiones políticas e ideológicas.
De acuerdo con un reporte de la BBC, en Cuba la compañía operó desde 1906, pero tras la Revolución de 1959 y la nacionalización de empresas extranjeras, abandonó la isla. Desde entonces, la marca estadounidense no volvió a tener presencia oficial en el país.
En Corea del Norte, en cambio, la multinacional jamás entró al mercado. El régimen comunista ha mantenido bloqueada la entrada de productos estadounidenses, incluyendo la famosa bebida.
Este patrón de consumo preocupa a especialistas y autoridades, pues se asocia directamente con el aumento de casos de obesidad, diabetes tipo 2 e hipertensión, enfermedades que representan un reto para el sistema de salud nacional.
Aunque no fue por razones de salud, Rusia se convirtió en un ejemplo reciente de un país donde Coca-Cola dejó de venderse. En marzo de 2022, la compañía suspendió sus operaciones como respuesta a la invasión a Ucrania, argumentando que no podía ignorar el sufrimiento humano causado por el conflicto.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado en múltiples ocasiones sobre los peligros de las bebidas azucaradas. Según la institución, reducir el consumo de “azúcares libres” presentes en refrescos como Coca-Cola mejora de manera significativa la calidad de la dieta y disminuye el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles.
Con la campaña impulsada por el gobierno de Sheinbaum, se abre la pregunta sobre si México podría endurecer aún más la regulación contra las bebidas azucaradas. Aunque no se ha planteado una prohibición total, expertos en salud pública consideran urgente reducir el consumo y fortalecer políticas de prevención.
Por ahora, la situación de Coca-Cola en México sigue siendo distinta a la de Cuba y Corea del Norte, pero la presión social y gubernamental podría transformar en el futuro la relación del país con la marca más reconocida del mundo.