México | 09/11/2025 09:18:00 a. m. | Adriana Ochoa
Si eres amante del futbol, pero también de disfrutar de las olas y las maravillas que regala el mar, entonces este lugar te encantará.
En Salina Cruz, Oaxaca, existe un lugar donde el futbol y la naturaleza se mezclan en un mismo escenario. Se trata del Estadio Heriberto Kehoe Vincent, un inmueble deportivo que se ha convertido en una rareza mundial al estar construido a menos de 20 metros del océano Pacífico.
Con capacidad para cuatro mil espectadores, el estadio ofrece una postal inigualable: desde las gradas se puede ver cómo las olas rompen a unos pasos del campo. Durante la marea alta, incluso el agua llega a rozar parte de las instalaciones, convirtiéndolo en un espacio tan espectacular como peculiar.
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Casa de los Porteños FC, el estadio no solo es un punto de encuentro deportivo, sino también un atractivo turístico para quienes buscan experiencias únicas. Jugar en su cancha implica correr bajo el sol intenso del Istmo, sentir la brisa marina en el rostro y escuchar el rugir del mar acompañando cada gol.
Aunque su fachada sencilla puede pasar desapercibida, en el interior guarda un valor simbólico y cultural que lo ha convertido en emblema del Istmo de Tehuantepec.
El estadio ha despertado curiosidad fuera del país gracias a su ubicación insólita.
Existen estadios cercanos a lagos o ríos, pero pocos tan integrados al mar abierto. Para la comunidad local; sin embargo, no es solo un “estadio con playa”: es parte de su identidad y un recordatorio de la unión entre futbol y vida costera.