México | 08/04/2025 07:38:00 a. m. | Adriana Ochoa
Xicotepec no solo es uno de los Pueblos Mágicos más emblemáticos de Puebla, sino también un remanso de paz donde la naturaleza, la historia y la espiritualidad se funden con el aroma del café recién tostado.
Su clima templado, su gastronomía única y su herencia prehispánica lo convierten en una escapada perfecta para quienes buscan desconexión y autenticidad.
Situado a unos 800 metros sobre el nivel del mar, Xicotepec disfruta de una temperatura promedio de 19 ºC y una humedad que favorece el cultivo de café de altura, famoso en todo el estado.
Rodeado de vegetación tropical con árboles de guanábana, mango y plátano, este destino vive entre neblina, brisa del Golfo y la fragancia inconfundible del grano tostado.
Museo Casa Carranza
Cascadas Barbas de Carranza
Río Cilima y su puente colgante
La gastronomía de Xicotepec es tan rica como su tierra. Entre los platillos típicos destacan las acamayas con salsa macha de hormiga chicala, los molotes de tinga y postres como la leche quemada o el pan de queso. Todo, por supuesto, acompañado de café local y licores artesanales de acachul, guanábana o naranja.
Xicotepec no solo se vive, también se siente. La espiritualidad impregna su entorno y se manifiesta en lugares como la monumental Virgen de Guadalupe de 23 metros de altura, erigida en 2006 sobre una antigua zona de apariciones. Visible desde casi cualquier punto del pueblo, esta imagen se alza como símbolo de fe y gratitud.
Con sus calles empedradas, su gente hospitalaria y su aire limpio, Xicotepec es más que un destino turístico: es un espacio de reconexión con uno mismo, con la historia y con la naturaleza. Ideal para un fin de semana de descanso, introspección o simplemente para saborear el mejor café de Puebla.