México | 07/04/2025 02:35:00 p. m. | Adriana Ochoa
En el noroeste de Guanajuato, se encuentra Jalpa de Cánovas, un rincón que combina historia, leyendas y arquitectura ligada al Porfiriato.
Este Pueblo Mágico debe parte de su fama a un insólito regalo de bodas que marcó su destino: 30 años de electricidad gratuita, otorgados nada menos que por el entonces presidente Porfirio Díaz.
En 1900, Díaz fue padrino de bodas de Guadalupe Cánovas, una influyente hacendada local, y del empresario estadounidense Óscar Braniff. Como obsequio, el mandatario les concedió tres décadas de energía eléctrica sin costo, un privilegio que impulsó la modernización del campo en Jalpa mucho antes que en otras zonas rurales del país.
Fundado como hacienda en 1542 por Juan Villaseñor, Jalpa de Cánovas alcanzó su mayor auge durante el Porfiriato, gracias a un ambicioso sistema de irrigación compuesto por presas y canales que favoreció la producción agrícola. Su casco histórico, jardines de inspiración francesa y templos de ladrillo rojo evocan hasta hoy aquellos tiempos de prosperidad.
Aunque tras la Revolución Mexicana la hacienda fue fraccionada, parte de su legado se mantiene: desde 2012 forma parte del programa federal Pueblos Mágicos, y su encanto sigue atrayendo a visitantes interesados en la historia, la arquitectura y las tradiciones del Bajío.
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Entre los principales atractivos de Jalpa de Cánovas destacan el Templo del Señor de la Misericordia terminado en 1908 con un elegante estilo neogótico—, el antiguo casco de la hacienda y el acueducto del Molino Viejo.
Durante el año, varias festividades reflejan la identidad comunitaria: la Judea en Semana Santa, famosa por sus máscaras inspiradas en la obra del pintor Hermenegildo Bustos; la Fiesta de los Coquitos, donde los jóvenes intercambian dulces artesanales; y la celebración de octubre dedicada al Señor de la Misericordia.
La gastronomía local ofrece platillos como el mole de nuez, caldo de zorra, enchiladas con cecina y patitas de puerco entomatadas. Los visitantes también pueden adquirir mermeladas, vinos artesanales, conservas y licores producidos en la región.
Ubicado a solo una hora de León y tres horas de Guadalajara, Jalpa de Cánovas combina historia, tradiciones vivas y belleza arquitectónica, convirtiéndose en un destino obligado para quienes desean conocer un capítulo poco contado de la época porfiriana.