México | 04/16/2025 07:16:00 a. m. | Adriana Ochoa
En el mundo de las entrevistas de trabajo, cada detalle cuenta. Más allá del currículum o las respuestas correctas, algunos reclutadores están comenzando a prestar atención a gestos aparentemente triviales.
Tal es el caso de la llamada “prueba de la taza de café”, una estrategia que, según algunos ejecutivos, podría definir si un candidato consigue el puesto o no.
Trent Innes, exdirector general de la firma tecnológica Xero y actual director de crecimiento en SiteMinder, compartió en el pódcast The Ventures una peculiar táctica que usa al entrevistar: ofrecer una bebida al aspirante, usualmente un café, como parte del proceso.
Lo interesante no está en aceptar o no la bebida, sino en lo que ocurre después.
“Llevarse la taza o el vaso usado a la cocina pone de manifiesto que eres una persona que trabaja en equipo, es considerada y se preocupa por las pequeñas cosas”, explicó Innes.
Para Innes, observar si el candidato devuelve o no la taza a la cocina tras la entrevista es más revelador que muchas preguntas formales. Quienes lo hacen, demuestran responsabilidad, actitud colaborativa y atención al entorno: cualidades que valora por encima incluso de la experiencia técnica.
Este tipo de pruebas informales, cada vez más comunes en empresas tecnológicas como Google, buscan evaluar la inteligencia emocional de los candidatos. En lugar de enfocarse únicamente en conocimientos, estas empresas valoran cómo se enfrentan los aspirantes a situaciones imprevistas y cómo interactúan con los demás.
Aun así, hay quienes defienden el valor de estos pequeños gestos. Saira Demmer, directora general en SF Recruitment, relató cómo el simple hecho de limpiar unas tazas tras una reunión la ayudó a destacar y, eventualmente, conseguir el trabajo. Años después, atribuyó en parte su ascenso a ese acto de empatía y colaboración.
Al final, la llamada “prueba de la taza de café” no es tanto una trampa como una forma de mirar más allá de lo evidente. En un mercado laboral donde las habilidades blandas son cada vez más valoradas, los detalles importan.
Así que si algún día, en una entrevista de trabajo, te ofrecen una taza de café, recuerda: podrías estar siendo evaluado mucho antes de que comience la primera pregunta.