Sinaloa | 04/26/2023 06:58:00 p. m. | Hugo Rodríguez
Una denuncia anónima que llegó a la redacción de Luz Noticias, relata cómo es que pacientes del Hospital General de Zona Número 3 del IMSS, en Mazatlán, entraron a un infierno la mañana de este miércoles, y es que, a minutos de ser intervenidos quirúrgicamente por diferentes diagnósticos, se les notificó que no podría realizarse su procedimiento por falta de fentanilo en quirófano.
A unos momentos de iniciar con los diversos procedimientos, el anestesiólogo no llegaba, por lo cual se le fue a buscar, y momentos después los médicos salieron a explicar a amigos y familiares de los pacientes que, hasta nuevo aviso, no habría cirugías por falta de fentanilo, opioide que funciona para diversos procedimientos en quirófano, especialmente para después de la cirugía.
El problema se agudizó en el momento que lo mismo le sucedió a pacientes de especialidades como Oncología y Traumatología.
Aunque el personal del Instituto Mexicano del Seguro Social aclaró que al momento siguen activas las cirugías de urgencia real, como cesáreas o que se realicen bajo bloqueo epidural.
Los profesionales de la salud comentaron que fue por órdenes del mismo Gobierno Federal que no han podido ser abastecidos de este analgésico y que incluso algunos no tenían conocimiento de ello.
Equipos completos de cirugía estaban listos para realizar su labor cuando la situación sorprendió a propios y extraños.
La zozobra del denunciante, los pacientes y sus familiares, es de que han esperado hasta meses para llegar a tan anhelado día, para que por algo que catalogan como «capricho» del Gobierno Federal, no se pueda mejorar o salvar la vida de las personas.
Los pacientes claman que, por «humanidad», el Gobierno Federal se deje de «tonterías» y ponga atención en ello y esperan esta problemática no ronde todo el estado. Incluso, el denunciante y pacientes piden que, de ser necesario, se envíe a la Guardia Nacional con los lotes suficientes para realizar los procedimientos pendientes.
Se trata de un opioide que es hasta 100 veces más fuerte que la morfina y sirve precisamente para procedimientos quirúrgicos. Últimamente ha tomado popularidad por su tráfico ilegal, pues se encuentra en diversas presentaciones: forma líquida y en polvo.
Puede convertirse en pastillas, usarse como un aerosol nasal o gotas para los ojos, inyectarse o insertarse en papel o caramelos.