Estiman que 46% de población de América Latina sufre malnutrición

País-Mundo | 11/12/2018 | Notimex

Padecen "hambre, 39 millones de personas; niños con retardo de crecimiento, cinco millones; mujeres en edad fértil con anemia, 38 millones”.

Guadalajara, Jal.– En el marco del XVIII Congreso Latinoamericano de Nutrición, el especialista Julio A. Berdegué, señaló que se estima que al menos 46 por ciento de la población de América Latina y el Caribe sufre una o más formas de malnutrición.

En su conferencia"‘Transformar los Sistemas Alimentarios para Erradicar la Malnutrición", agregó que “en la FAO hemos hecho una estimación preliminar que indica que al menos 46% de la población de América Latina y el Caribe, 294 millones de personas, sufren una o más formas de malnutrición".

Asimismo, dijo que, padecen "hambre, 39 millones de personas; niños con retardo de crecimiento, cinco millones; mujeres en edad fértil con anemia, 38 millones”.

Manifestó que la principal amenaza es el sobrepeso, con 151 millones; y la obesidad, con 105 millones de personas, “esto, en una región en la que 28 de sus 33 países tienen niveles de ingreso medio altos o altos”.

“Nuestro sistema alimentario está roto, está fracasando en su misión elemental de brindarnos una alimentación que nos permita a todos crecer, desarrollarnos y vivir plenamente, en especial a los sectores más pobres, a las mujeres, los indígenas, los afrodescendientes y la población rural”, añadió.

Señaló que como ha sucedido tantas veces en la historia humana, la transformación del sistema alimentario “será además un motor de innovaciones que apoyarán el crecimiento económico y el empleo, y promoverán la inclusión social y la equidad".

Además, "contribuirán a la resiliencia climática y a la sustentabilidad ambiental y a la protección de la biodiversidad, reducirán la pobreza y la desesperanza en el campo y mitigarán la migración irregular e insegura”.

Puntualizó que la transformación del sistema alimentario debe ser la base “de nuestros esfuerzos para contener y revertir la epidemia desbocada del sobrepeso y la obesidad, la principal amenaza a la salud de casi todos los países de América Latina y el Caribe”.

Manifestó que es a través de esta transformación “que podemos ir a las causas directas del problema, en vez de actuar demasiado tarde sobre sus consecuencias”.

Detalló que hablar de transformar el sistema alimentario es proponer una acción integral sobre sus diversos componentes, “que incluye cambios en las normas y las reglas formales e informales, políticas, legales, económicas, comerciales y culturales, que gobiernan las decisiones de los millones de actores públicos y privados que conforman los sistemas alimentarios”.

“Sabiendo que las capacidades y condiciones de los países de América Latina y el Caribe son disímiles, proponemos medidas que pueden provocar la transformación profunda del sistema alimentario, para que se haga cargo de sus efectos en la inseguridad alimentaria y la malnutrición”.

Propuso aumentar la producción y la disponibilidad de alimentos saludables; reducir los contenidos de sal, azúcares y grasas de los alimentos procesados; y desincentivar el comercio de alimentos que contengan nutrientes dañinos a la salud.

Además de promover la alimentación saludable en las escuelas; hacer efectivo el derecho del consumidor a estar informado sobre el contenido de los alimentos; y fortalecer los sistemas de protección social para que la población en condición de pobreza o vulnerabilidad, pueda acceder al consumo de alimentos saludables.

Así como financiamiento de la transformación del sistema alimentario; y una nueva gobernanza de los sistemas alimentarios.

Subrayó que el Comité de Seguridad Alimentaria (CSA) del Sistema de las Naciones Unidas, en su sesión de octubre 2018, en la sede de la FAO en Roma, acordó iniciar un proceso que conduzca a la adopción en octubre del año 2020 de unas Guías Voluntarias sobre Sistemas Alimentarios y Nutrición.

“Esta resolución del CSA ofrece la mejor oportunidad que hemos tenido hasta hoy, para dar pasos sustantivos en la construcción de las coaliciones y los acuerdos que serán necesarios para transformar los sistemas alimentarios y conquistar así la capacidad de sostener la seguridad alimentaria y la nutrición de los 647 millones de personas que hacemos parte de esta región”, concluyó.




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