México
Atole de mazapán: la bebida mexicana que combate el frío con sabor
En México, hablar de mazapán es hablar de "De la Rosa". Fundado en 1942 por don Jesús Michel González. ¿Ya lo probaste? conoce la receta.
El invierno no solo se siente en la piel, también se instala en los antojos. En los días de lluvia persistente y temperaturas bajas, las bebidas calientes se convierten en refugio, y entre ellas hay una que empieza a ganar terreno en las cocinas mexicanas: el atole de mazapán.
Más allá de ser un dulce de bolsillo que ha acompañado recreos, sobremesas y antojos por generaciones, el mazapán demuestra que su historia no termina en el envoltorio rosa.
Su sabor intenso y textura suave lo han convertido en un ingrediente versátil capaz de transformarse en postres, panes y, por supuesto, en una bebida espesa y reconfortante que hoy se presenta como aliada contra el frío.
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Un dulce con identidad mexicana
Aunque su origen exacto sigue siendo motivo de debate, el mazapán está profundamente arraigado en la cultura gastronómica de México. De acuerdo con registros del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera, este dulce llegó como herencia europea, pero encontró en el cacahuate mexicano su sello distintivo.
A diferencia del mazapán tradicional europeo elaborado con almendras una receta atribuida a la orden de las Clementinas, la versión mexicana apostó por el cacahuate, ingrediente accesible y abundante.
Existen relatos históricos que sitúan su nacimiento en épocas de escasez, como tras la Batalla de las Navas de Tolosa en 1212, cuando religiosas habrían creado una mezcla de frutos triturados con azúcar para enfrentar la falta de alimentos.
Incluso su nombre encierra historia: "mazapán" podría surgir de la unión de maza, el instrumento para triturar, y pan, el alimento que se buscaba obtener.
De la Rosa: el mazapán que marcó época
- En México, hablar de mazapán es hablar de "De la Rosa".
- Fundado en 1942 por don Jesús Michel González, este dulce se convirtió en un ícono nacional y hoy es la base de una bebida que combina tradición, nostalgia y sabor: el atole de mazapán.
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El atole que reconforta cuerpo y memoria
Preparar atole de mazapán no solo es una receta, es un ritual contra el frío. La clave está en lograr una textura cremosa y un equilibrio de dulzor que permita disfrutar plenamente del sabor del cacahuate.
Ingredientes:
4 tazas de agua
1 taza de leche Carnation Clavel en polvo
2/3 de taza de leche condensada
4 mazapanes De la Rosa (28 g cada uno)
4 cucharadas de fécula de maíz disueltas en ½ taza de agua
Canela al gusto
Preparación:
Licúa la mitad del agua con la leche en polvo, la leche condensada y los mazapanes.
Lleva la mezcla al fuego junto con el resto del agua, la fécula disuelta y una rajita de canela.
Cocina a fuego medio, moviendo constantemente hasta que espese ligeramente.
Sirve caliente y, si lo deseas, decora con chispas de chocolate.
Para quienes prefieren un sabor menos dulce, la leche condensada puede omitirse: el mazapán aporta suficiente azúcar de manera natural.
El truco que hace la diferencia
El secreto de un atole de mazapán realmente memorable está en tres elementos: la leche en polvo, que aporta cremosidad; la fécula de maíz, que da cuerpo; y la canela, que añade un toque especiado que realza el sabor sin opacarlo.
En tiempos donde el frío invita a quedarse en casa, esta bebida se convierte en una forma deliciosa de reconectar con sabores tradicionales. El atole de mazapán no solo calienta el cuerpo, también despierta recuerdos y confirma que los clásicos mexicanos aún tienen mucho por reinventar.
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