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Por esta razón olvidamos los nombres de las personas, según la ciencia
¿Te acuerda de la cara, pero no el nombre? Un neurocientífico explica por qué pasa esto, que hace tu cerebro y. como recordar
¿Te ha pasado que te presentan a alguien y a los dos minutos su nombre se esfumó de tu cabeza? No te sientas mal, es algo que le sucede a prácticamente todo el mundo.
La razón detrás de esto es más simple de lo que crees y es que tu cerebro está diseñado para filtrar y priorizar la información que considera realmente valiosa.
La neurociencia nos da una explicación tranquilizadora: la mente prioriza los datos con contexto sobre las etiquetas sin significado.
¿Por qué pasa?
El neurocientífico Charan Ranganath, de la Universidad de California en Davis, explica que el problema comienza con la enorme cantidad de datos que recibimos a diario.
Para manejar esta sobrecarga, el cerebro debe ser selectivo con lo que guarda motivo por el que los nombres quedan en segundo termino
Como el nombre carece de una relación clara con un significado o una imagen al instante, el cerebro lo clasifica como un dato de baja relevancia.
Simplemente, no logra superar el "filtro de prioridad", por lo que es de lo primero que se nos "va".
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¿Recuerdas la cara, pero no el nombre? También hay explicación
Esta es una queja clásica: recordar perfectamente el rostro, pero olvidar la etiqueta que lo acompaña.
La ciencia lo justifica así: el rostro de una persona activa redes visuales intuitivas y tiene un contexto automático (sabes que estás viendo a una persona). En cambio, el nombre es un elemento abstracto; es solo una palabra sin un anclaje visual o emocional inmediato.
El truco para que no se te olviden los nombres
Retener nombres es totalmente posible si aplicas métodos sencillos que obligan a tu cerebro a crear las conexiones que le faltan de forma natural.
El neurocientífico Ranganath recomienda enfocarse en estrategias de asociación para darle al nombre un "gancho" que lo vuelva memorable:
- Repite el nombre en voz alta inmediatamente después de escucharlo. Por ejemplo: "Mucho gusto, Ana. ¿Qué tal, Ana?". Esto ayuda a reforzar el registro del dato en tu memoria a corto plazo.
- Relaciona el nombre con algo que ya conoces (un personaje famoso, una palabra, o una imagen mental) que sea llamativo de esa persona. Ejemplo: "Miguel" como Miguel Ángel o "Julieta" como la historia de Romeo.
- Identifica un rasgo único de la persona que te sirva como punto de referencia; puede ser su tono de voz, su ropa o su profesión. Conecta el nombre a ese anclaje.
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