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"Mantener y fortalecer el IEPS sobre productos nocivos no solo tiene un sentido fiscal, sino también ético y humano": Imelda Castro
Es una manera de salvaguardar la salud colectiva y garantizar que el Estado cumpla con su obligación constitucional de proteger el bienestar de la población, asegura la senadora por Sinaloa
Tras señalar que el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios es una de las herramientas más relevantes y eficaces de nuestro sistema tributario, la senadora de la república, Imelda Castro Castro, aclaró que el IEPS no es solo un instrumento de recaudación, sino una política pública con propósitos económicos, sociales y ambientales que incide directamente en la calidad de vida de las y los mexicanos.
IEPS
Al intervenir en tribuna de la Cámara de Senadores, durante el debate del Paquete Económico 2026, para lo cual se pusieron a discusión los dictámenes que reforman, adicionan y derogan disposiciones del Código Fiscal de la Federación, la Ley Federal de Derechos y la Ley del Impuesto Especial sobre Productos y Servicios, la senadora sinaloense ejemplificó que los ingresos del IEPS han sido destinados a fortalecer programas de salud preventiva, campañas de nutrición y promoción de hábitos saludables.
"Esto significa que cada contribución derivada de este impuesto se reinvierte en beneficio de la población, especialmente en los grupos más vulnerables", destacó.
Pidió también no olvidar que el costo de una enfermedad siempre es mayor al costo de la prevención. Por eso, "mantener y fortalecer el IEPS sobre productos nocivos no solo tiene un sentido fiscal, sino también tiene un sentido ético y humano". Es una manera de salvaguardar la salud colectiva y garantizar que el Estado cumpla con su obligación constitucional de proteger el bienestar de la población.
Imelda Castro consideró que más allá de su función recaudatoria, el IEPS encarna un principio de justicia retributiva. De esa forma, el impuesto se convierte en un instrumento de solidaridad fiscal: los recursos obtenidos de un consumo particular se transforman en beneficios para la comunidad.
Objetivos
"Defender el cobro del IEPS no es defender un aumento de impuestos, es defender una visión integral de Estado, en la que la política fiscal se alinea con los grandes objetivos nacionales: salud, sostenibilidad, justicia y desarrollo", enfatizó.
Por ello se debe fortalecer la transparencia, mejorar su aplicación y garantizar que los recursos se destinen efectivamente a los fines para los cuales fue concebido, pues solo así el IEPS podrá seguir siendo un símbolo de equilibrio entre el crecimiento económico y la responsabilidad social. Porque un país que cobra con justicia, invierte con conciencia y gasta con visión, es un país que avanza hacia el desarrollo sostenible.
Asimismo recordó que el IEPS se aplica a la producción, venta e importación de ciertos bienes y servicios, como tabaco, alcohol, bebidas azucaradas, combustibles fósiles, plaguicidas y alimentos con alto contenido calórico. Estos productos, aunque de consumo legal, generan externalidades negativas, es decir, costos sociales y ambientales que no se reflejan en su precio.
"El Estado, en su función reguladora, tiene la responsabilidad de corregir estas distorsiones; al hacerlo, no solo se garantiza una mayor justicia fiscal, sino también se protege el interés público. Quien produce o consume bienes que dañan la salud o el medio ambiente, debe contribuir en mayor medida a reparar ese daño o a financiar programas que lo mitiguen. Por ello, cada peso recaudado a través de este impuesto tiene un destino útil y tangible en la vida nacional: financia hospitales, programas de prevención de enfermedades, infraestructura carretera, educación y acciones para atender el cambio climático", señaló.
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