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¿Quién es el santo del día? Santoral católico de este miércoles 8 de octubre de 2025

El Vaticano y la Iglesia Católica señalan que este miércoles se celebra a la patrona de los arrepentidos, de los cómicos, actores y bailarines

Ingrid Mateos
08/10/25

FOTO: ¿Quién es el santo del día? Santoral católico de este miércoles 8 de octubre de 2025
FOTO: ¿Quién es el santo del día? Santoral católico de este miércoles 8 de octubre de 2025

El santoral católico de este miércoles 8 de octubre de 2025 a Santa Pelagia de Antioquía, reconocida por la patrona de los arrepentidos, pero también de los cómicos, actores y bailarines.

Aparte de Santa Pelagia de Antioquía, el santoral católico de este miércoles 8 de octubre recuerda a varios otros santos y beatos:

  • San Hugo de Génova, monje italiano, distinguido por su caridad y vida austera
  • Santa Thais penitente, Cortesana egipcia d
  • San Evodio de Rouen, Obispo francés del siglo V. 
  • San Félix de Como, Obispo italiano del siglo IV. 
  • Santa Ragenfreda, Abadesa francesa del siglo VIII. 
  • Santa Reparada, Virgen y mártir
  • Beato Ambrosio Sansedoni, Sacerdote de la Orden de Predicadores (dominico) del siglo XIII.

Historia de Santa Pelagia

Santa Pelagia fue una virgen y mártir proveniente de Antioquía, en la región de Siria. Su historia está envuelta en un halo de misterio y diferentes tradiciones que resaltan su fe.

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Se sabe con certeza que Pelagia fue una mujer cristiana que vivió y murió por su fe, pero su vida está envuelta en misterio debido a que existen dos relatos diferentes sobre su vida. 

Una tradición sostiene que Pelagia fue una joven de apenas 15 años, que fue martirizada durante la intensa persecución del emperador Diocleciano a principios del siglo IV. 

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La versión más conocida y difundida por San Juan Crisóstomo, la presenta como una célebre bailarina de la ciudad que se convirtió al cristianismo cuando escucho  la predicación del obispo Nonno. 

También se dice que después de su conversión y bautismo, se retiró al Monte de los Olivos en Jerusalén y se disfrazó de monje para poder vivir una vida  de estricta penitencia en reclusión.

La transformación la llevó a renunciar a su vida anterior, abrazar la fe cristiana y, finalmente, enfrentar el martirio.

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