Conoce los tatuajes que Alejandro Fernández se puso en honor a su padre

El cantante Alejandro Fernández ha decidido rendir un emotivo tributo a su padre, el legendario Vicente Fernández, quien falleció en diciembre del año pasado. 

Para mantener vivo el legado de «Chente», como cariñosamente se le conocía, «El Potrillo» ha optado por inmortalizar dos de las frases célebres que representan la esencia de su padre en forma de tatuaje.

¿Qué tatuajes se puso Alejandro Fernández?

• La primera frase que Alejandro Fernández ha decidido llevar en su piel proviene de una de las canciones más icónicas de Vicente Fernández, «El Rey». 
• La frase seleccionada es «No hay que llegar primero sino hay que saber llegar». 
• Estas palabras reflejan la filosofía de vida que Chente transmitía a través de su música y su ejemplo, destacando la importancia del camino recorrido y la sabiduría adquirida durante el trayecto, más allá de alcanzar la meta en sí misma.
• La segunda frase elegida para el tatuaje es «Yo no canto para vivir, yo vivo para cantar». Este pensamiento era una afirmación recurrente de Vicente Fernández, quien encontraba en la música su pasión más profunda y su razón de ser. 

A través de esta frase, «El Potrillo» rinde homenaje a la dedicación y el amor incondicional que su padre sentía por el arte de cantar, dejando claro que la música era su aliento vital y su forma de expresión más auténtica.

Estas dos frases tatuadas en la piel de Alejandro Fernández no solo son un tributo personal a su padre, sino también una manera de mantener viva la memoria y el legado artístico de Vicente Fernández. 

«El Potrillo» sigue los pasos de su padre como un destacado cantante y exponente de la música mexicana, y a través de estos tatuajes, muestra su profundo respeto y admiración por el hombre que lo inspiró y guió en su carrera.

La decisión de Alejandro Fernández de llevar estas frases de su padre en su cuerpo es un gesto poderoso y conmovedor que demuestra el amor y el orgullo que siente hacia su familia y sus raíces. Además, sirve como recordatorio constante de los valores y enseñanzas transmitidos por Vicente Fernández a lo largo de su extensa y exitosa carrera.

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