Sinaloa | Centro
La narcocultura: un fenómeno normalizado en Sinaloa
Desde las botas y el sombrero, hasta «tirar charola», es la cultura que se ha apoderado de la sociedad sinaloense.
FOTO: cortesía.
La presencia del narcotráfico en Sinaloa ha impactado notablemente en las personas, desde pequeños crecemos y vivimos en un ambiente rodeado de balas, narcocorridos y violencia, en donde los delincuentes hoy en día ya ni a un niño saben respetar.
Gran parte de los jóvenes de hoy, ya no son autónomos e independientes, son cómo piezas de ajedrez que juegan a entender el mundo e imitar a la sociedad.
De pronto vas por la avenida y observas a los muchachos que se encuentran arriba de sus motocicletas y las chicas los miran con aquellos ojos brillantes y una sonrisa en su rostro y, por si fuera poco, se sonrojan.
Son los famosos «punteros» o «halcones», aquellos que realizan actividades intrépidas por hacerse a la idea de que son parte de algo, aspirando o imaginando que llegarán a ser reconocidos como narcotraficantes.
Y, por su parte, las chicas que tanto anhelan ser la novia de ese famoso criminal.
La capital sinaloense lamentablemente se ha visto envuelta en temas de violencia, basta con recordar el famoso «Culiacanazo», definitivamente los ojos del mundo estuvieron en la ciudad culichi, aunque acá en Culiacán hay cultura hasta «Pa’ tirar parriba».
El municipio siempre es visto como tierra de narcos o tierra de gente mala, ante la mirada de los demás estados de la República Mexicana.
En cualquier lugar, te clasifican por ser sinaloense. Aunque en todos haya un cierto porcentaje de violencia, a Sinaloa lo ven como una de las cunas principales generadoras de conflictos.
Sin embargo, somos más los buenos, la gente que se levanta temprano para trabajar y llevar el sustento a casa, los que cuidan la naturaleza y a su comunidad, solo hay que voltear a ver el famoso Puente Negro, La Catedral, La Lomita, los ríos, todos los lugares maravillosos que por ahí hay uno u otro que se me escapa y, por supuesto, todo el talento de los culiacanenses.
Ahora hablemos de cómo la presencia del narcotráfico en la vida cotidiana ha tenido influencia en el habla de la región.
Desde el «fierro», «ensillado», «no sabes quién soy», «somos gente», y muchas más frases que engloban este narcolenguaje, son algunas de las «palabras» que están de moda en Sinaloa, para referirse a que una determinada persona tiene poder sobre encima de alguien o lo conceptualiza cómo alguien con rango.
Incluso, la moda y la vestimenta cambian dentro de este entorno, no solo las botas y el sombrero son accesorios con los que asemejan a las personas que se dedican a esto, sino también en el presente ya hay otro estilo, desde camisas de marca, relojes de oro y bolsas o mariqueras camuflajeadas, son algunos de los artículos que los jóvenes de ahora imitan, para entrar en un círculo.
Algo curioso es que la mayoría de las familias sinaloenses tienen o conocen un «amigo» o «conocido» que trabaja «chueco».
Incluso, también un gran porcentaje de familias adquieren dinero del narcotráfico de manera directa o indirecta. ¿Cierto o falso? Se los dejo a su criterio.
Todo esto es un tema que genera una gran controversia, pero…
¿Realmente algún día podría acabarse esto?
La realidad es que todo viene desde que crecemos en casa, los valores que nos inculcan en el hogar y las personas con las que te rodeas, aunque en algunos casos, la educación no basta, pues los jóvenes están llenos de curiosidad y en un ligero descuido ya están del otro lado.
