Comprar un arma que perteneció al narco, no es tan ilegal como se piensa

El 95 por ciento de las armas decomisadas al crimen organizado se destruyen por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional; el otro 5 por ciento se manda reparar en los talleres de la dependencia, y aquellas armas que logran quedar en condiciones operativas se ponen a la venta, explicó el Capitán Segundo de Materiales de Guerra, Carlos Pérez Cordero. 

«Las armas que están en buenas condiciones de operatividad las mandamos a la Ciudad de México, al Complejo Logístico No. 1 de Santa Lucia, ahí se encuentran los almacenes generales de materiales de guerra, ese taller se reparan las armas con el mínimo trabajo que sea benéfico el costo, que no sea muy costoso, y ya las armas quedan bien, en caso de que las armas queden operativas, algunas de ellas las ponen a la venta», dijo.

Asimismo, destacó que dichas armas comúnmente son adquiridas por mismo personal del Ejército, para uso personal exclusivamente y no para uso laboral; sin embargo, cualquier civil puede adquirirlas, según el derecho que le asiste a través del Art. 10 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que establece que los ciudadanos tenemos derecho de tener un arma para protección de nuestro domicilio.

«Usted como ciudadano, puede adquirir un arma corta, que sea una pistola que no exceda del calibre 380 o un revólver que no sea superior a 38 especial, si usted reúne los requisitos para poder venderle esa arma, hace usted los trámites de ley y le venden el arma debidamente registrada», acotó.

Este proceso aplica tanto para armas nuevas como usadas, es decir, existe la posibilidad de que alguien pueda adquirir un arma que perteneció al crimen organizado, de una manera totalmente legal, y esto es debido a que todas las armas, tanto las que se destruyen como las que se reparan para la venta, ya agotaron todas y cada una de las investigaciones correspondientes por parte del Ministerio Público Federal.

Cabe señalar que el pasado 6 de julio, poco más de 800 armas de fuego, miles de cargadores y alrededor de 170 mil municiones fueron destruidas por parte de la SEDENA en Culiacán, esto quiere decir que según la estadística, por lo menos 40 armas fueron revisadas y algunas de ellas reparadas para su venta.

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