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Opinión

Los humanos nos vuelven animales

En Voz Alta

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“El hombre es el único animal que come sin tener hambre, bebe sin tener sed y habla sin tener nada que decir”. Mark Twain

En esta ocasión, respetuosamente, me voy a referir a los lamentables hechos ocurridos en un campo agrícola del municipio más joven del estado de Sinaloa; ahí, una niña de cuatro años, fue brutalmente asesinada por un adulto.

Los homicidios son escenas trágicas, dolorosas y sensibles que, exigen de su autor, alejarse del morbo que pueda generar, y obliga de él, un análisis serio, responsable y objetivo. 

Nunca había escrito algo relacionado con ello, y debo admitir que me costó un esfuerzo adicional, pero me parece que éste suceso en particular, no solo debe ser un registro más de defunción, ante las autoridades del Estado. Lo que pasó no es una cosa menor, sino todo lo contrario. Es decir, muere una persona ¿y qué? Pareciera que hemos perdido nuestra capacidad de asombro y eso me preocupa. Legitimamos la muerte con expresiones como: ¿Qué habrá hecho?, entre otras. 

Detengámonos un momento y preguntémonos, ¿Qué está pasando?, ¿En qué sociedad estoy viviendo?, ¿Qué más sigue?, ¿Hago parte del problema?

Surgen muchas preguntas y muy pocas respuestas.

Como recordarán, concluimos los días de diciembre con la atroz noticia que indignó al País; en el municipio de Navolato, quedó sin vida el cuerpecito de una niña de cuatro años de edad. ¡Cuatro años de edad! Una vez más, se mostró lo profundo que está descompuesto nuestro tejido social.

Todos nos preguntamos, ¿Qué pudo haber hecho una niñita de cuatro años, qué le costó su vida?

En la medida que avanzaban las horas, los medios de comunicación informaron que fue asesinada a machezatos, ¡sí, a machetazos! Privarle la vida a otra persona es la expresión más cruel del humano, hacerlo con un machete, no tiene adjetivo.

El artículo diecisiete de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, dice: “ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma, ni ejercer violencia para reclamar su derecho. Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. Su servicio será gratuito, quedando, en consecuencia, prohibidas las costas judiciales”. 

Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, menciona que existe un porcentaje significativo en homicidios dolosos cometidos en contra de niñas y adolescentes. Atribuido, entre otras cosas, al estatus socio-económico, en el que se desarrollan.

Casi un mes después, la niña que fue asesinada, vuelve a ser noticia. 

Euleterio, la persona que tenía abierta una carpeta de investigación ante la Fiscalía del Estado, por el presunto asesinato de la menor, fue encontrado muerto al interior del centro penitenciario en el que estaba recluido.

En esta oportunidad, la mayoría de los comentarios eran de júbilo y alegría por la muerte de Euleterio, en las redes sociales se leía, “se hizo justicia”, “la Ley del Talión”, entre otros. 

No pretendo llevar la discusión al punto en el que tengamos que preguntarnos si estuvo bien o mal, la “alegría”, que generó la muerte del adulto. Esa falsa, sensación de justicia seduce, pero, debemos alejarnos de ella. ¿Merecemos esto?

Por último, escribiré que cuidado con normalizar la violencia y creer que la venganza es sinónimo de justicia. 

Como siempre, la mejor opinión es de usted.

No escribo para nadie, pero todas y todos están invitados a leer.