Opinión
México, más allá de la muerte (parte 8)
Ad Honorem
05/13/2021
Con Dante y Virgilio arribamos al noveno círculo del infierno. Es el de la traición -con quien se tiene una relación especial- es decir, los que faltaron a la confianza depositada. Llegan así, al más profundo y estrecho, después de bajar todos los círculos del cono invertido. Lo primero que encuentran son los titanes y el gigante Anteo, el único que tiene algo de libertad para moverse, quien los lleva en brazos al último abismo. Además, en este sitio está el centro del universo.
Hay un lago helado -el Cocito-, donde moran los demás gigantes que están encadenados a las paredes, y son custodios a la vez. El enorme lago está dividido en cuatro zonas, en las que se asigna el lugar, según la pena; los condenados se encuentran sumergidos en el hielo -así como tuvieron sentimientos y mente helada en vida- inmovilizados en las profundidades del infierno.
La clasificación de condenas por traición son: en La Caína, a los parientes, se debe a Caín, quien mató a su hermano Abel; los tienen sumergidos en hielo hasta la cabeza con la cara hacia abajo. Antenora, a la patria, se designa por el troyano Antenor, personaje de la Ilíada, que traicionó a su ciudad; los pecadores están enterrados hasta la cintura, con la parte superior del cuerpo expuesta a los vientos fríos infernales. Tolomea, a los invitados, debe su nombre a Ptolomeo, gobernador de Jericó, quien asesinaba a sus huéspedes; eran recostados con la parte posterior del cuerpo hundido en el hielo; y Judeca, a sus amos y benefactores, lo asocian con Judas Iscariote, el apóstol de los evangelios que traicionó a su señor; eran castigados con torturas gélidas, a estar inmersos completamente en el hielo.
En el centro de Judeca, atrapado en el hielo, se encuentra el Rey del infierno, Lucifer, -el ángel que se rebeló contra su creador-. Fue arrojado del cielo por el hemisferio austral, de donde se retiraron las tierras (todas concentradas en el hemisferio norte) y quedó el agujero que lleva hasta el centro de la Tierra.
Dante refiere que su tamaño es enorme, tiene seis alas de murciélago y tres caras, una roja, una negra y otra de color amarillo; es castigado por traicionar a Dios, y es el encargado de imponer las penas.
También, en este último nivel, se relata la salida de Dante y Virgilio del infierno.
En su retirada del infierno, descienden apoyados en el cuerpo del diablo. Dante describe que, tanto él como Virgilio se acercaron a Lucifer, con el que nunca interactuaron durante la permanencia en el inframundo; entonces Virgilio le dice a Dante que se sujete al cuello del demonio, quien de un salto lo hace y utiliza los bellos de Satanás como escalera y comienza a bajar de pelo en pelo...
"Me abracé de mi sombra protectora, y al tentar Lucifer un nuevo vuelo, pisó el lomo con planta previsora: y en seguida, pisando pelo y pelo, de vello en vello descendiendo fuimos, entre la helada costra y denso pelo.
Cuando al anca del monstruo descendimos, en donde el muslo a compartirse empieza, en angustia, mi guía y yo nos vimos, él puso el pie do estaba su cabeza, y del pelo se asió, cual si volviera una vez más al antro más apriesa,
«¡ Guarda!,» dijo, «¡ que no hay más escalera!» como hombre que perdiese ya el aliento." El Infierno, Canto XXXIV. El Centro de la tierra. Salida al otro hemisferio.
"Llegados al punto donde nace la pierna sobre el anca, Virgilio, con fatiga y angustia, volvió la cabeza hacia las zancas y comienza a subir. Dante cree que está volviendo al Infierno, pero, mientras el maestro lo intima a agarrarse fuerte porque aquellas son las únicas escaleras para alejarse de tanto mal, ellos pasaron el centro de la tierra y entraron en el hemisferio sur, por eso la gravedad es inversa y la dirección donde antes de bajaba ahora se sube." (Lucifer invertido, del Codex Altonensis).
Los poetas han salido de manera increíble del infierno...
Continuará..
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