¿Piensas, piensas y… piensas?

Pensar demasiado lo complica todo, pensar demasiado destruye tu felicidad, pensar demasiado es el arte de crear problemas donde no los hay. En este espacio, siempre te invito a reflexionar, pero hoy, quiero mostrarte porque estas frases cobran tanto sentido.

Una persona que piensa todo el tiempo, en realidad no tiene nada en que pensar, excepto en sus propios pensamientos, como una especie de charla interna en su cabeza, que se repite incesantemente en bucle, arrojando las mismas palabras, las mismas cuentas y cálculos.

Por supuesto que pensar no es malo, a algunos hasta les hace falta practicar de vez en cuando el escucharse, pero como todo en el mundo, pensar es algo bueno cuando se tiene moderación, puede crear o destruir, a otros o a uno mismo.

Porque al pensar en exceso, se llega el punto en el que pierdes contacto con la realidad y pasas a vivir en un mundo inexistente, ya sea porque estas repitiendo conversaciones y recuerdos pasados en tu mente, preguntándote: “¿Qué salió mal?”; o bien, porque estás constantemente imaginado el futuro, pero no como un soñador, sino catastróficamente, adelantándote a los hechos y dando todo por sentado, preguntándote “¿Y si pasa esto, que será de mí?”

Cualquiera de estas dos películas que te estes pasando a diario por la mente, te tiene desconectado del mundo real y llega a ser incapacitante, porque dejas de descansar sin importar las horas que logres dormir, dejas de disfrutar las cosas que más te gustaban porque los pensamientos llegan a invadirte a todas horas, simplemente dejas de estar y tus seres queridos le hablan a un cuerpo vacío, porque tu mente sin duda se ha ido.

Pierdes la concentración, el enfoque, te cuesta tomar decisiones, te vuelves desordenado y distraído, la negatividad se apropia de ti, te deprimes por repasar el pasado y te causa ansiedad pensar en el futuro, e irónicamente entre más piensas más se te cierra la mente.

Si te sientes identificado, entiendes de lo que hablo y esto es de humanos, sabes, no es que haya algo mal en tu persona, sino en tu manera de enfrentarte a determinadas situaciones o a ti mismo. ¿Qué puedes hacer?

Supongo que ya te habrás dado cuenta que si nos resistimos persiste, así que acepta el pensamiento y trata de imaginar el mejor de los casos, cambia ese chip negativo por una mentalidad más positiva. No se logra a la primera, quizás tendrás que abrirte a hablar de esto con tu familia, amigos o en terapia, no te detengas y hazlo.

Date cuenta de que los pensamientos no siempre son ciertos y objetivos, a veces son una versión exagerada y catastrófica, así que reformula esos pensamientos, por algo más resolutivo y evita exigirte tanta perfección, porque sólo te lo estás haciendo difícil, todos nos hemos equivocado y esa es una lista que seguirá creciendo.

Pensando demasiado nos perdemos del presente y de todo lo que vale la pena sentir, así que para de rumiar que te estas olvidando de vivir.