Opinión
Rocha Moya, ¿Cómo al caballo blanco?
Pinta de Lanza
03/24/2021
Los tiempos políticos tienen fecha fatal. Los términos y las reglas se deben cumplir al pie de la letra. Así lo especifican las leyes electorales.
Los distintos partidos políticos tienen entonces definidos ya a sus respectivos candidatos.
Los aspirantes a los diversos cargos públicos han soltado las amarras de sus barcas políticas, para viajar hacia el triunfo, objetivo entendido de toda lucha electoral.
El viaje político es corto en tiempo y espacio; Inicia el próximo domingo 4 de abril y concluye el 6 de junio de éste año 2021.
Aunque corto, el tiempo será suficiente para observar de qué están hechos los hombres y mujeres que han sido seleccionados para defender los colores de su partido postulante.
Aunque en ésta inusual contienda, los candidatos tendrán que defender hasta tres colores políticos distintos; Las coaliciones electorales, así se los reclaman.
PRI-PAN y PRD, igual a perros, gatos y ratones, puestos en un mismo costal.
MORENA y PAS lo mismo a tiburones y delfines, moviéndose de manera precavida y calculadora, para evitar fricciones y alterar su propio pacto político.
Los seis partidos restantes, como son Redes Sociales Progresistas-PT- PVEM- Fuerza Por México- PES y M.C. harán las veces de una especie de gaviotas que sobrevolarán por las agitadas aguas tratando de cazar los pececillos que huyendo de sus depredadores saltarán en busca de un refugio seguro.
Un refugio en el cual poder cobijarse y resguardarse de los vendavales adversos que han azotado su entorno.
Huye ese cardumen de las farsas y componendas que afloraron al momento de seleccionar a las y los candidatos.
Alegan “los pececillos” que la rebatinga entre los altos mandos partidistas hizo de las suyas dejando por fuera a quienes contaban con mayores merecimientos, y privilegiando a los amigos, familias y compadres de siempre.
Así lo entendieron destacados cuadros priistas como Sergio Torres y Rosa Elena Millán, un hombre y una mujer; Rentables ambos en materia política- electoral, pero ninguneados por el que había sido el partido de sus amores.
Y de la misma manera lo exponen destacados militantes de MORENA de la talla de la Diputada y líder del Congreso del Estado Graciela Domínguez Nava, quien con toda la voz completa arremete en contra de decisiones tomadas por su Partido al momento de definir candidaturas. Ella también fue ignorada y pisoteada en sus derechos políticos.
Su arenga es fácil de interpretar; Las encuestas eran mentira. Y las figuras de siempre, se impusieron como siempre lo han hecho. Gentes sin merecimiento corriendo en loca y desenfrenada carrera, buscando el cumplimiento de la promesa recibida y comprometida y sin derecho a nada.
Por cierto, se dice que Rubén Rocha Moya fue rebasado en la toma de las decisiones finales para definir las candidaturas; unos lo creen, otros tampoco.
Los que sí lo creen, aseguran que el oriundo de Batequitas, Badiraguato, asumió la doctrina del jinete del caballo blanco de José Alfredo Jiménez… ”Le soltó las rendas”.
Los que alegan que desde el centro del país le tumbaron sus propuestas a Rocha Moya, sustentan su hipótesis en la creencia de que, lo que a éste solo le interesaba era salvaguardar su propia candidatura.
“Lo demás, es lo de menos” diría el hasta entonces pre-candidato al gobierno de Sinaloa y hoy ya candidato oficial de MORENA a ese importante encargo político.
El resto de aspirantes, con algunas excepciones, poco le importarían, arengan los que así nos comentan.
Los ejemplos más visibles, dicen, son la imposición contra viento y marea de Gerardo Vargas Landeros, Jesús Estrada Ferreiro, y Luis Guillermo “El Químico” Benítez como candidatos de MORENA para las alcaldías de Ahome, Culiacán y Mazatlán… Esas tres concesiones otorgadas a los polémicos políticos, representan la muestra más clara del por qué surgió la llamada rebelión de los morenos… Pero, la película sigue… Siga usted de cerca su desarrollo y posterior desenlace.
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