Opinión
El año que se nos va
Balance General.
12/21/2020
Estamos a unos días de la conclusión de este año, mismo que nos dejará marcados a los que nos ha tocado pasar este mal sueño, que en lo particular me recuerda a mi niñez, cuando me despertaba desesperado de la caída sin un fin en el cual terminaban mis pesadillas.
Al parecer, esta ilusión ya comenzará a tener solución durante el año venidero con la vacuna contra el Covid-19, de la cual, ya anunciaron fechas en las que será aplicada, aunque hay un pequeño detalle, la vacuna aún no ha llegado.
El año comenzó con el anuncio de la pandemia, misma que nuestras autoridades desde un principio no supieron manejar de forma correcta, mientras unos nos hablaban de distanciamiento social y quedarnos en casa para mitigar la propagación del virus otros nos decían que saliéramos con nuestras familias e inclusive que nos abrazáramos y besáramos.
Los que hemos padecido esta enfermedad hemos preferido sortearla en casa, los índices de mortalidad en los hospitales públicos son muy altos, súmele que no hay insumos para que los médicos y enfermeras, los cuales merecen todo nuestro reconocimiento y respeto, puedan garantizarnos la calidad de atención que a ellos les gusta otorgar, teniendo las familias que solventar el pago de medicamentos, estudios y demás que el paciente necesita en esos momentos, y el problema ahí se agrava más por que no hay dinero que alcance y más si se perdió el empleo.
En materia económica, qué más le puedo decir que no haya escuchado o leído, comenzamos la pandemia y todo el sector empresarial esperaba del Estado el anuncio de los apoyos, fuimos obligados a cerrar totalmente, sobre todo si era actividad no esencial y había que seguir pagando sueldos.
Los incentivos nunca llegaron y, si usted los sigue esperando, es probable que el 28 de diciembre los anuncien, porque en su momento nos anunciaron que los habría y sí los anunciaron, pero no precisamente lo que esperábamos y todavía tuvieron el descaro de hacerlo decreto, donde lo más interesante era que ahora los empleos se generan por ese mismo medio y muchos lo siguen creyendo.
Ni qué decir en cuanto a los apoyos para las familias, sobre todo para aquellas que perdieron su empleo, tampoco los hubo, al contrario, los servicios públicos se encarecieron y ni se diga de los alimentos, los cuales, ante la escasez que se provocó en algunos de ellos, ya que la logística para el surtido se complicó, pero disculpe, no recordaba que nuestro señor presidente ordenó que bajara la gasolina… no se ría.
En fin, estimado lector, nos espera un 2021 complicado, pero con la actitud, empeño y esas ganas de salir adelante que nos caracteriza a los mexicanos sortearemos triunfantes el reto, a pesar de las pésimas decisiones de los rectores de la economía de nuestro país.
Este, su servidor, tomará un breve receso. Le deseo salud, mucha salud, recordemos que ahora sí estamos en el pico de la pandemia y depende únicamente de nosotros que la misma no se propague más, no se relaje, evite reuniones, si puede, no salga de casa y, si lo hace, ya sabe, cubrebocas, sana distancia y lavado de manos… Que tengan ¡FELICES FIESTAS!
CP y MI Gilberto Soto Beltrán
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