Fatiga Pandémica

Elmer Huerta, es un especialista en Oncología y Salud Pública del DF que habla de este tipo de fatiga, así:

Se conoce como fatiga pandémica a la sensación de apatía, desmotivación y agotamiento mental que sufre una persona, cuyo origen está en el impacto que ha causado el nuevo coronavirus en su vida.

Su causa está en los cambios en el estilo de vida relacionados con el aislamiento y la ansiedad producida por el miedo a contagiarse, el temor a perder el trabajo, la soledad causada por la falta de contacto con amigos y familiares o la misma sensación de desesperanza que nos hace preguntarnos: ¿cuándo se va a acabar esta pesadilla?

La fatiga pandémica se caracteriza por sentirse mentalmente agotado, preocupado e irritable, cambios que pueden causar trastornos del sueño, del apetito y la concentración mental, además de nerviosismo, irritabilidad, falta de motivación para hacer las cosas que a uno le gustan y querer apartarse de los demás.

Al respecto, un artículo de la Universidad de California nos da algunos consejos para que esta dañina fatiga pandémica no afecte negativamente nuestra salud mental. Cuida tu cuerpo practicando un estilo de vida saludable. Haz ejercicio diario, come saludablemente, trata de establecer una rutina de sueño saludable. Eso fortalecerá tu sistema inmunológico.

Reduce tu estrés. Practica ejercicios de respiración, yoga, lectura, camina en un parque.

Trata de no pensar en lo que va a pasar. La angustia de pensar en el mañana puede hacer que pierdas el día de hoy.

Crea nuevas rutinas de vida. Por ejemplo, reserva un momento del día para hacer algo que te guste y te haga sentir bien física, mental o emocionalmente.

El gran peligro de la fatiga pandémica es que una población cansada es más propensa a relajarse y descuidarse. Es posible que mucho del resurgimiento de la pandemia en Europa pueda ser explicada por una población fatigada que salió sin control a la calle.

En México, aunque algunos hablan de un probable rebrote, la realidad es que aún no hemos terminado de salir del primero.

No permitamos que la fatiga de la pandemia haga que bajemos la guardia y por no cuidarnos terminemos contagiados. (Hasta aquí Elmer Huerta).

Comentario de JPR:

En realidad, la fatiga que puede causar el vivir permanentemente en cercanía física debe ser capaz de buscar el alivio de algunos síntomas emocionales que afecten a las relaciones y conservar así la salud.

Aunque a estas alturas nos podemos dar cuenta que el confinamiento es pernicioso, la información masiva no parece estar llegando a los familiares con la frecuencia y claridad que son necesarias en los medios masivos. Los métodos de seguridad son buenos para combatir el contagio, pero también las ayudas para afrontar el confinamiento deberían serlo.   

Si no se organiza bien la subsistencia alimentaria de la familia por lo menos, los problemas crecerán en el futuro inmediato. No deseamos ni pensar en lo que significaría para la población si se llega al extremo.

Piénsele bien…

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