Pero sí pasa

Hoy en día, muchas personas después de vivir algo trágico, impactante y traumático, toman el teléfono con el poco de valor que les queda después de lo vivido y se graban o escriben lo que les sucedió.

Muchos se preguntarán ¿para qué lo hacen?  Sucede, que es tan impactante lo que les pasó que desean compartirle esto al mundo, para que no les pase, para que se cuide la gente que, así como ellos, no creían que esas cosas pasaban, pero les pasaron.

Así tenemos el testimonio en redes sociales de muchísimas personas contando como un tipo los siguió después del trabajo, como fueron asaltados, como intentaron secuestrarlos, como alguien los acoso en el autobús, como fueron discriminados, como fue la golpiza que les propinaron, ¿y todo para qué?

Para que llegue alguien y diga: Estas exagerando, esas cosas no pasan, por algo te sucedió a ti, solo quieres llamar la atención, yo no sé porque te grabas, a nosotros que nos importa, y una serie de comentarios tan absurdos como suenan, de gente privilegiada.

Si uso el término “privilegiada”, es porque alguien a quien también le ha pasado eso, alguien a quien también robaron, acosaron, discriminaron o golpearon, no te dirá que estas exagerando.

Entonces, esas personas hablan desde su privilegio y no desde una realidad que es posible para todos. Porque, en una sociedad como esta todos somos susceptibles a vivir todo tipo de experiencias lamentables.

Así que, cuando alguien comparte una opinión así, muchas otras personas también se lo creen. Dirás ¿Cuál es el problema, de que yo tampoco me lo crea? Sí, es tu opinión y lo respetamos.

Pero, te imaginas que sea la opinión de la policía y que diga “estas exagerando, esas cosas no pasan”, que sea un funcionario público el que no te crea, porque a él nunca le ha pasado, porque su hija sí llego a casa, porque a su hijo no lo asaltaron o porque su padre sí alcanzó medicamentos en el hospital.

Es fácil opinar de lo que no sabes y de lo que nunca has vivido, total para ti es solo una opinión que tienes derecho a expresar, sin embargo, una opinión puede ser racista, violenta, ofensiva, discriminatoria y también puede ser algo que minimice una problemática real, así que al final del día, con tu opinión, le has dado fuerza tanto al problema y como al agresor.

Así es, como a diario son minimizados los problemas y nadie sale de dónde está, así es como la víctima se queda siendo víctima y la impunidad siempre nos alcanza. Porque, así es México que toma con humor todos sus problemas.

Esa excelente actitud que sostenemos, sintiéndonos los mejores y más creativos del mundo porque antes de una solución aparecen miles de memes y antes de la empatía un comentario desagradable, que se nos hace un simple chistecito.

Y mis mexicanos, de tanto reírnos de los problemas, estos terminan por reírse de nosotros. La inseguridad, la pobreza y el hambre se burlan de nosotros, la violencia y su amiga impunidad se burlan de nosotros, el Coronavirus, ahora mismo también se está burlando de nosotros y de nuestra falta de conciencia.

Al final, la realidad es que de todo lo que minimizamos, ridiculizamos y de lo que nos burlamos todos los días, eso que creemos que no pasa porque nunca nos ha pasado, exactamente de eso, se entierran a diario cientos de personas en México y el número siempre va al alza.

¿Qué harías si un día, tú o uno de tus seres queridos, fueran parte de las estadísticas? de muertes dolosas, de feminicidios, violaciones, asaltos, coronavirus, desempleados, pobreza extrema o desaparecidos.

Muchísimas cosas están pasando delante de nuestros ojos todos los días, no importa donde estés, en el trabajo, en clases, en la calle, en un autobús o en tu misma casa. Es una lástima que necesitemos que algo trágico nos suceda el día menos pensado para entender que, sí pasa y qué ignorar, no es lo mismo que solucionar.

FB: Aracely Ceballos (Chely)

TW: @Chely_Ceballos