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Opinión

Un toro y un avión

Punta de Lanza

09/17/2020

La rifa del avión presidencial, ocurrida recientemente en nuestro país, me hizo recordar un hecho anecdótico, ocurrido hace algunos años en el municipio de Angostura, y que me parece interesante relatar en ésta columna, dados algunos puntos de coincidencia entre los dos eventos.

Respecto a la anécdota, el personaje central resulta ser nada menos que el popular y controvertido político angosturense José Manuel Valenzuela López, mejor conocido como “El Chenel”.

El hecho, que hoy decidí traer a colación, ocurrió allá por los años ‘90 en el municipio de Angostura, donde el divertido personaje dio los primeros pasos en su trascendental carrera política.

“El Chenel” había llegado a la cabecera municipal angosturense, proveniente del poblado San Isidro, en donde trabajaba un terreno ejidal que había adquirido y que le sirvió como plataforma para ingresar a las filas de la CNC, el sector del PRI más importante en el municipio costero.

Sobra decir que el habilidoso “Chenel” muy pronto se ganó el cariño de la gente de Angostura, al grado que ha logrado conquistar por tres veces la presidencia municipal, dos veces la diputación local y en todos los casos abanderado por distintos partidos políticos.

Pero, ¿dónde encaja el tema de la anécdota y la coincidencia existente entre la carrera política de “El Chenel” y la rifa del también famoso avión presidencial?

LA RIFA DEL TORO FANTASMA

Tal y como lo señalé líneas arriba, Valenzuela López había llegado al municipio de Angostura en la década de los ‘90s con muchas ganas de hacer carrera política y con pocos pesos en la bolsa del pantalón.

Por varios meses  al “Chenel” le preocupó mucho la regla de que “Un Político pobre es un pobre político”, situación que estaba experimentando en carne propia.

Por eso, buscando siempre resolver su problema de liquidez financiera, un día encontró la solución.

“Voy a rifar un toro semental”, me informó una mañana, en mi calidad de reportero del periódico Noroeste, donde yo laboraba.

¿Y el toro, licenciado?, quise saber.

“Mañana te lo muestro ya “enboletado” y listo para su rifa, respondió ufano el entonces incipiente político y campesino.

Y dicho y hecho, a la mañana siguiente un fino semental de la raza Brahman, lucía imponente en la portada del boleto que ya estaba a la venta… Tal y como lo prometió, el toro estaba ya “enboletado” para el magno sorteo, tal y como nuestro personaje, calificó el evento.

El agraciado, rezaba la leyenda, sería el poseedor del boleto cuyas 4 últimas cifras coincidieran con el premio mayor de la Lotería Nacional.

Fueron muchas las veces que el mismo toro fue sorteado sin que nunca, nadie resultara ganador. El bello ejemplar seguía pastando en sus frescas praderas, ajeno a los sorteos del popular “Chenel”.

Si por alguna razón alguien reclamaba el premio, el popular “loco”, como se le conoce entre la plebada angosturense, resolvía el problema con alguna cantidad menor de dinero, y su carismática labia.

Y es que, el bravo semental, sólo existía en la fotografía del boleto, porque el verdadero propietario sólo lo prestaba para la gráfica, pero nunca para ser rifado.

Es decir, sí se rifaba, pero no se entregaba… El toro continuaba muy contento y disfrutando de las delicias del placer carnal que le ofrecían las hembras de su manada.

LAS COINCIDENCIAS: EL PREMIO SE QUEDA EN CASA.

Por principio, diría yo que las coincidencias entre los sorteos del toro de “chenel” y el avión de AMLO son varias.

1.- Ambos personajes llevan por nombre Manuel, es decir, son tocayos en el segundo nombre.

2.- Tabasqueño y sinaloense comparten también el apellido López.

3.- Con las proporciones del caso, ambos políticos hicieron su carrera con base en los apoyos económicos que sus amigos, familiares y simpatizantes les otorgaron.

4.- Los dos, iniciaron su carrera en el PRI, para posteriormente dejar ese partido, y desde otras alternativas partidistas logran conseguir sus objetivos.

5.- AMLO y ”Chenel” han sido acusados de incurrir en actos de desfachatez y muchas veces han sido tildados de locos, sin embargo el pueblo les perdona todo, y les sigue dando su apoyo y confianza.

6.- El colofón… Andrés Manuel López Obrador decidió rifar el avión presidencial y sin embargo, el aparato aéreo no será entregado a ningún participante en dicho sorteo.

Es decir. El avión se rifó… Pero no se entregó. Se queda en casa y el propietario sigue siendo el Gobierno de la República… Igual que el toro Brahman de “El Chenel”.

La única diferencia entre el sorteo del toro y el avión, es que el boleto donde aparece impresa la nave, servirá en el futuro como un artículo de colección para la historia de México. Y nada más.

De los boletos de los sorteos del toro poco se sabe, aunque a decir verdad, si apareciera alguno, solo serviría para respaldar la anécdota aquí escrita… Son pues, dos historias distintas… pero extrañamente similares, aunque para darle mayor parecido a los hechos, López Obrador tendría que volver a rifar el avión… Nos encontramos en la próxima.

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