Opinión
Educación a Distancia
Pensándolo Bien
09/17/2020
Lizbeth Obdulia Vega Pérez, doctora en Psicología Educativa por la UNAM, nos habla de la educación a distancia en tiempos de COVID.
Muchas dudas surgen por parte de los padres de familia ahora que las hijas y los hijos regresan a clases de manera remota, obligados a responder a esta modalidad por la pandemia del COVID-19.
¿Qué podemos hacer para que los estudiantes presten atención cuando las clases son a través de la televisión o internet?
Se recomienda establecer tiempos y horarios, tanto para los momentos que están en clase, como para cuando se tengan que realizar las tareas asignadas.
De preferencia deben seguir manteniendo las rutinas diarias del hogar: levantarse a la hora apropiada, bañarse, desayunar, asistir a las clases virtuales; hacer las tareas, respetar los tiempos de la comida, y permitir también que existan tiempos para el ocio y la relajación.
Es importante que los padres y maestros recuerden a niñas, niños y adolescentes que esta situación es temporal y que si estamos en casa es para cuidarnos a nosotros mismos y a los demás. No hay que abrumarlos, se debe considerar que es una situación extraordinaria y que puede ser difícil adaptarse a ella.
La educación a distancia brinda una buena oportunidad para que los niños y adolescentes desarrollen la autorregulación. Al principio, tal vez sea necesario estar pendientes todo el tiempo de que participen en las clases y hagan las tareas, y poco a poco habrá que irles cediendo la responsabilidad de las acciones, de tal suerte que llegue un momento en que sean capaces de hacerlo con muy poca o ninguna supervisión.
Para evitar que los niños se estresen con el eventual regreso a clases de manera presencial, es fundamental atender los aspectos emocionales durante el encierro.
Se debe dejar en claro desde el principio que las emociones que el niño siente son genuinas y válidas. Hay que animarlo a identificar y expresar lo que siente, escucharlo con atención y responder lo más sincera y honestamente posible.
La pandemia no durará toda la vida y si se está al pendiente de que los niños reciban sus clases, realicen sus tareas y de apoyar su bienestar emocional, una vez que regresemos a la normalidad habrá oportunidad de recuperar los contenidos que se dejarán de ver.
Además, no todo son contenidos académicos, ni todo se aprende en la escuela. (Hasta aquí Lizbeth Vega).
Comentario de JPR:
Las observaciones de Vega son apenas una aproximación a la complejidad del comportamiento familiar en el encierro al que nos obliga la pandemia del Covid-19. Pero debemos entender aquí que las relaciones intrafamiliares de todos en casa deben complicarse nada más por esta necesidad de encierro.
En todo caso no perder de vista que esto es temporal y no tomará el resto de nuestras vidas, cosa que normalmente sucede en un confinamiento casero.
Es de admirar la actitud de los miembros de una familia que hacen un esfuerzo personal de colaboración. Y esto se puede ver aún en los menores. Un aplauso para ellos es lo menos que podemos contemplar.
Usted, piénsele bien y seguiremos platicando.
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