Icono Sección

Opinión

Padre Ausente

Pensándolo bien.

Edith Sánchez, periodista colombiana, habla de “el abandono del padre”.

Muchos niños están creciendo en el mundo sin la presencia de un padre. Los índices de abandono siguen siendo muy altos, especialmente en los países latinoamericanos. 

Para algunos, esto se debe a problemas sociales como el desempleo y la pobreza.

Para otros, el factor más importante es la cultura: en algunos entornos el abandono del padre llega a verse como algo relativamente normal.

Así como hay muchas maneras de acompañar a un niño, también hay diferentes maneras de abandonarlo. 

El padre ausente, en principio, es aquel que deja a la madre física y psicológicamente sola en la crianza de su hijo. Se desentiende de la contribución económica, de las tareas domésticas y le tiene sin cuidado lo que pasa con el niño.

Existen también los que abandonan emocionalmente, pero no físicamente. Sienten que los niños son asunto de la madre. Están ahí, pero no creen tener alguna responsabilidad en la crianza de los hijos. No hablan con ellos, no pasan tiempo con ellos, no tienen idea de cómo va su vida. Se limitan a pagar las facturas y a dar alguna que otra orden, de vez en cuando y a su conveniencia.

También hay quienes no abandonan emocionalmente, pero sí físicamente. Formaron otra familia o están lejos. Aun así tratan de estar al tanto de lo que les ocurre a sus hijos. Nunca pueden dedicarles tanto tiempo como quisieran, pero los tienen en su mente y en su corazón.

Cuando el abandono es parcial, las consecuencias son menos evidentes. Aparecen los mismos rasgos, pero matizados y hasta cierto punto diluidos.

De cualquier modo, la ausencia del padre abre una herida emocional profunda, especialmente en los primeros años de la vida. Su vacío jamás será llenado y, en cambio, la huella de su falta será muy difícil de borrar. (Hasta aquí Edith Sánchez).

Comentario de JPR:

Como se puede apreciar, la ausencia del padre es un común denominador en las familias.

Las variantes de la ausencia siempre están presentas, incluso aunque el padre esté ahí.

Hay una cosa que es inevitable en toda familia: la diferencia fundamental entre maternidad y paternidad. El padre sabe de su lugar en esta relación con los hijos y no es el mejor lugar. Eso explicaría, aunque no justificaría, su separatidad y su ausencia física o psicológica defensiva. En México, es común la huida del padre hacia los EU para trabajar allá y mandar dólares, lo que sería un intento de compensación.

No hay una solución fácil para este problema. El crecimiento de los hijos interpretará equívocamente los comportamientos de los padres y tal vez repetirán los errores con sus hijos, seguros de mejorarlos.

Los casos en que la posición del padre logre compensar sus diferencias con la madre y la familia goce de una buena imagen paterna, son excepciones afortunadas y felicidades por ello.

Más en realidad, la evolución no les ha enseñado mucho a la mayoría de las familias en el mundo.

Piénsele bien y seguiremos platicando.

WhatsApp: 6688568565

jperezrobles@gmail.com

MÁS DE Javier Pérez Robles