Nuevos Hábitos

Raquel Lemos Rodríguez, profesora y escritora española, habla de unas “habilidades psicológicas para adquirir nuevos hábitos”: 

Es muy común que al iniciar el año nos hagamos algunos propósitos, como ir al gimnasio, comer de una manera más saludable para bajar de peso, entre otros. Sin embargo, nuestra motivación, apenas dura unas semanas. 

Adquirir nuevos hábitos siempre es difícil.

Para evitar volver a fallarnos cuando deseamos incluir un nuevo hábito, es necesario tener en cuenta cuatro habilidades psicológicas.

1.- Lo primero que hay que preguntarnos es si ese nuevo hábito está alineado con lo que realmente deseamos. Tal vez no queremos ir al gimnasio, pero como es un propósito que muchas personas se plantean, lo adoptamos como propio sin reflexionar.

2.- Analicemos los pensamientos y sentimientos que aparecen. Una vez que definamos qué hábitos deseamos adquirir y cuáles no, hay que estar alertas cuando aparezcan la pereza, el cansancio e incluso el miedo.

3.- Pasar a la acción sin excusas. Ahora que ya sabemos los hábitos que están alineados con lo que queremos y, también, las trampas en las que solemos caer para no llevarlos a cabo. De nada sirve quedarnos en nuestros pensamientos, deseando hacer algo que, al final, no se hace realidad.

4.- Comprendamos que fallaremos más de una vez. Es importante que tengamos claro que para adquirir nuevos hábitos es necesaria la práctica. Tampoco debemos castigarnos por haber fallado. Somos humanos y gracias a los errores podemos aprender para volver a intentarlo de una mejor manera.

Si tenemos en cuenta todas estas habilidades, es posible que ese hábito que tanto nos costaba incorporar empiece a estar presente diariamente en nuestra vida. Si conseguimos mantenerlo el tiempo suficiente, al final se convertirá en una parte de nuestro día a día.

(Hasta aquí Raquel Lemos).

Comentario de JPR:

Estas recomendaciones son tan prácticas como certeras.

No se pueden recomendar mejores actitudes frente al cambio: estar alertas en la aparición de la flojera, el cansancio y hasta el miedo; pasar del solo pensar, al hacer; ser conscientes de las fallas naturales en todo ser humano y no detenernos por ello.

Además, sostiene que con estas actitudes se logrará el cambio deseado.

Lo único que tal vez habría de aclararse aquí es que las habilidades así aprendidas son más habilidades conductuales que “psicológicas”. Aunque, para el caso, son tan útiles como sea que se les llame.

Las cuestiones verdaderamente psicológicas en juego, que aparecen ante la voluntad de cambio, serían algo más complicadas y tendrían que explicarse por la manera en que cada persona haya crecido y el tipo de educación que haya experimentado desde su infancia.

Pero para adquirir nuevos hábitos alimenticios o gimnásticos, con lo recomendado aquí por Raquel Lemos es suficiente.

Piénsele bien y seguiremos platicando.

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