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Opinión

La cultura quejumbrosa

Neuroplítica.

04/18/2018

La costumbre es aprendida. Se aprende a vivir con los padres, se aprende a vivir solo, se aprende a levantarse temprano. Se aprenden y aprenden tantas cosas en el transcurso de la vida.

¿Cómo aprende la persona a quejarse?

El quejoso busca cualquier medio para expresar su inconformidad, desde los medios masivos de comunicación, prensa, radio, televisión, redes sociales, hasta las expresiones sociales tumultuosas como las marchas, plantones o toma de instalaciones con todo lo que esto implica.

Hay personas que se quejan por la tardanza en la recolección de basura, pero son productores desordenados de la misma; otros se quejan por el costo del agua, pero les encanta desperdiciarla; algunos se quejan por el costo de la energía eléctrica, pero sus casas parecen árboles de Navidad todo el día. En resumen, se quejan de todo lo que debe hacer la autoridad y no hace, pero su aportación social aparte de la queja y el reclamo, es nula.

Los quejumbrosos también se van a quejar al leer esta columna, y tienen derecho, han aprendido a ver la paja en el ojo ajeno, han aprendido a buscar culpables, han aprendido a ser parte del problema, han aprendido a decir “se cayó” en lugar de lo tiré, o “se descompuso” en lugar de lo descompuse, en fin, son aprendizajes que cumplen una función: buscar culpable, como medio para obtener la atención.

Parte de lo interesante de la cultura quejumbrosa es la inconciencia, es decir, los quejumbrosos no son malos necesariamente, no piensan en la queja como una forma de fastidiar a los demás, más bien usan la queja como una manera de no despegarse de su infancia, etapa donde aprendieron a quejarse para llamar la atención de sus padres.

Los quejumbrosos pertenecen a una franja bien definida de la sociedad. 

Tienen un origen parecido en las relaciones parentales; buscan inconscientemente llamar la atención y ser recompensados con el acicalamiento de los demás, principalmente las figuras de autoridad.

La queja como tal no significa autoestima o asertividad. La queja por sí misma solo expresa necesidad crónica de atención… Andan buscando la mano cariñosa que se les negó en la infancia.

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