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Entre tenábaris, tambores y máscaras viven la Semana Santa en Sinaloa

?Eber Castro, judío de San Miguel narró su experiencia, en esta tradición que tiene más de 400 años.

Entre tenábaris, tambores y máscaras viven la Semana Santa en Sinaloa

Los Mochis, Sin.- Las conocidas culturas indígenas y judíos reviven cada Semana Santa y es que la tradición comienza desde el miércoles de ceniza, tiempo en el que judíos yoremes, encabezados por un pilato o chicotero dan paso a la preparación de la fiesta grande que finaliza durante la Semana Mayor.

Es así como cada viernes, los tenábaris y tambores invitan a las familias a concentrarse en los Centros Ceremoniales y vivir los viernes en los conti, el cual representa la pasión y muerte de Jesucristo.

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Cada viernes hasta 2 mil judíos realizan recorrido en busca de Cristo alrededor de la iglesia indígena, ubicada en el cerro de San Miguel, comunidad que alberga uno de los Centros Ceremoniales más grandes del norte de Sinaloa.

Eber Castro, Judío Yoreme señaló que: “Es una tradición de más de 400 años, es una de las fiestas tradicionales más grandes del norte de Sinaloa, mayo-yoreme, así como inculcando a los niños para que sigan esta tradición…”

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La tradición señala que judíos o fariseos realizan recorrido por las comunidades indígenas que comparten la tradición durante cada viernes, los hogares se identifican con una cruz de madera en sus patios, un símbolo de la cultura mayo-yoreme. En ese lugar danzan, son invitados a comer y continúan su recorrido hacia su Centro Ceremonial, guiados por el pilatos.

Cabe señalar que la vestimenta del judío Yoreme ha sufrido modificaciones con el paso de los años, sin embargo, se mantiene como esencial el uso de máscaras con dimensiones exageradas y principalmente elaboradas con pieles; los tenábaris, capullos de mariposa que producen un sonido especial; el tambor que emite la música que danza el judío así como ropas de mantas.

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Detrás de esta tradición, quienes visten de judío cumplen con una manda o promesa ante una petición que hicieron a los santos.

Esta fiesta, señala la tradición, acaba para el judío que realizó alguna promesa o manda el Sábado de Gloria con la quema de máscara, lo cual simboliza la destrucción de la mala persona que ha representado.

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