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Opinión

La Apatía

Pensándolo bien.

Valeria Sabater, psicóloga española, nos dice cuándo la desmotivación y el agotamiento nos atrapan.

Apatía significa literalmente (del griego) “falta de sentimiento”. Esta letargia insufrible es una condición que presenta un gran impacto a nivel cognitivo. Distorsiona nuestro enfoque, somos incapaces de centrar la atención e incluso de retener datos. No obstante, donde más pesa la sombra de la apatía es a nivel afectivo y emocional. Tanto es así que a menudo, hay quien se pregunta si lo que está sufriendo es quizá una depresión.

Al respecto de esta duda cabe aclarar dos cosas. Si bien es cierto que la depresión en ocasiones parece apatía, esto no siempre es así. Podemos tener personas diagnosticadas con un trastorno depresivo donde no aparece la apatía y a la inversa. Por ello, es necesario conocer su origen.

La apatía puede deberse a múltiples factores que sin duda debemos considerar. Son los siguientes:

Factores de origen orgánico: Anemia. Sistema inmunitario débil y defensas bajas. Falta de sueño. Falta de ejercicio. Problemas en la tiroides. Consumo de drogas, entre otras.

Factores por problemas psicológicos: Trastorno bipolar. Depresión mayor. Épocas de ansiedad intensa.

Sin importar ahora qué desencadenó ese estado de letargia y desmotivación, hay que entender que lo que nos mantiene atrapados es nuestro enfoque. Por lo tanto, será de mayor utilidad “arreglar” en primer lugar lo que hay en nuestra mente que aquello que está fuera de ella y que, por lo general, escapa a nuestro control.

La terapia psicológica enfocada por ejemplo en la reestructuración cognitiva (la estructura de nuestra manera de pensar) puede ayudarnos.

Algo tan básico como romper con nuestras rutinas, iniciar actividades nuevas, cambiar de entornos o de gente y hallar intereses diferentes es una de las estrategias más efectivas.

El ejercicio físico, una alimentación balanceada, el contacto con la naturaleza o practicar disciplinas como el yoga, pueden ser opciones acertadas.

(Hasta aquí Valeria Sabater).

Comentario de JPR:

Las recomendaciones de Valeria Sabater para combatir la apatía suenan bastante acertadas, tal vez por ser las más indicadas, desde lo orgánico hasta lo psicológico, en un texto elemental como éste.

Sin embargo, precisamente en un texto así quedan excluidos los factores específicos de la historia personal de cada sujeto, los cuáles establecerían una forma particular de apatía.

Así que, en general, aunque algunos síntomas puedan coincidir con los imaginados por el lector, otros definitivamente no.

La lectura entonces exige cierta inteligencia diferencial (o sea, con capacidad de discernir) para confirmar las ideas preestablecidas de quien lee.

De no lograr tal confirmación, entonces lo indicado sería buscar la consulta con un psicólogo o psicóloga de su preferencia, para aclarar las dudas al respecto.

Piénsele bien y seguiremos platicando...

jperezrobles@gmail.com


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