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Opinión

La Felicidad

Pensándolo Bien.

La psicóloga Cristina Roda Rivera dice que la felicidad es un estado, no una imposición.

Cada vez son más los mensajes que nos llegan a través de las redes sociales para decirnos lo felices que tenemos que ser, “porque todo lo que tenemos es un regalo para disfrutar”.

Ser optimista es una cualidad de la personalidad tremendamente útil para hacer frente a nuevos cambios o agravios que suceden en la vida, pero no es suficiente. 

Tan nocivo es el optimismo extremo como el pesimismo extremo. Sobre todo, porque la imposición de este tipo de optimismo termina desmoralizando a algunos. 

La felicidad está sostenida en numerosas ocasiones por un soporte a gran escala: la publicidad. Se nos dice todo lo que tenemos que comprar, todo lo que tenemos que hacer, todos los libros de autoayuda que leer, para ser felices. Exclusivamente la gente guapa, sana y feliz que sale en las revistas y tiene éxito.

Pero esa gente guapa, feliz y eternamente sonriente, nos hace entrever nuestra “amargura”. Sería por tanto interesante comprar o hacer lo que ellos hacen y dicen para tener más felicidad. Y yo, así de triste… no encajo en esta sociedad.

Pero entonces, ¿Cuál debería ser nuestra postura adecuada? Pues simplemente comprar lo que necesitemos y que se ajuste a nuestro carácter y economía, asumiendo que son placeres temporales mundanos, que la gente cuando está feliz no se empeña en mostrarlo y que partiendo de lo que nos muestran hasta la realidad hay un largo camino.

Se trata de que nos divirtamos con ciertos mensajes, pero que nunca los asimilemos como verdaderos. Muchos de estos mensajes enfermizos de “belleza” han conducido a enfermedades reales como la anorexia o la bulimia. No dejemos que pase eso con el modelo de felicidad, vivamos nuestra vida con naturalidad.

Uno nunca sabe cuándo aparecerá un momento feliz y tampoco una situación indeseada. Lo que es seguro, es que una actitud abierta hará que no nos perdamos lo verdaderamente positivo de la vida.

Hoy más que nunca, “medicalizamos” nuestras emociones. Si son tristes, las consideramos intolerables y queremos apartarlas lo más pronto posible de nuestra existencia. Si son alegres, queremos estimularlas y extenderlas hasta la extenuación ignorando la característica fundamental de una emoción: que suele ser de carácter temporal. El sentirnos bien como norma cultural nos puede conducir a perder el sentido.

Una persona que tiene una esperanza y lucha por un ideal va a soportar más el malestar que otra que haya asumido el tener que estar feliz como condición imprescindible.

(Hasta aquí Cristina Roda).

Este texto de Cristina Roda es bastante interesante. Nos trae una excelente aproximación a nuestras conductas artificiales producidas por encomiendas culturales y económicas sobre la felicidad.

Uno necesita vivir en alerta permanente para no caer como sujeto sujetado a un deseo inducido por una “cultura” que vende masivamente una “felicidad” que yo pueda comprar.

Finalmente el texto nos lleva a pensar abiertamente que no tenemos por qué asumir “el tener que estar feliz como condición imprescindible” de nuestra vida.

Así que usted… Piénsele bien y seguiremos platicando.

jperezrobles@gmail.com

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