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Opinión

José Antonio Meade es el favorito

Luces y Sombra.

Pues lo que tenía que pasar, pasó. Se llevó a cabo la XXII Asamblea Nacional del PRI, el Partido Revolucionario Institucional, mi partido, y fue todo un éxito. 

Lo que profetizamos y pronosticamos aquí como lo más conveniente, se llevó a cabo, se quitaron los candados y se abrió el PRI hacia la sociedad, hacia la ciudadanía. 

Ciertamente, la militancia es vital, es muy importante, pero no es suficiente para ganar y el sentido común de los priistas se impuso: hay que abrir el partido a la sociedad para enriquecer el voto de la militancia y buscar el triunfo en las elecciones del 2018. 

Con todo respeto para todos los partidos políticos, el PRI se puso las pilas, va para adelante y resurgió a partir del sábado pasado en la XXII Asamblea, donde se tuvo la presencia del jefe del priismo nacional, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto.

La gente, en algunos casos, le saca la vuelta al tema, otros son más francos, analistas, políticos y politólogos, yo quiero ser muy sincero y muy franco: por supuesto que la apertura de los candados para quitar el requisito de la militancia de 10 años y para ampliar hacia la posibilidad de la Presidencia de la República que un candidato ciudadano, no necesariamente militante, aunque sí simpatizante, pueda acceder a la candidatura, eso es una revolución, eso es una reforma profunda, lo mismo que la reforma estatutaria que obliga a quien pueda ser candidato de representación proporcional o plurinominal no pueda reelegirse por el mismo método, sino que pueda reelegirse por la vía de tierra como candidato a un distrito o a una Senaduría.

Bien, esas reformas, y también la reforma que le garantiza a los jóvenes el 30 por ciento o una tercera parte de las candidaturas es de la mayor importancia, más la consolidación de la posición de las mujeres. Yo creo que eso pone al PRI en una tesitura de modernidad, de innovación, que le da la mayor posición, o la mejor posición, para competir en el 2018.

Ahora bien... ¿A quién favorece esto?: favorece al partido, favorece a la sociedad, y, en términos de candidatos ¿a quién? 

Hay mucho debate, por supuesto que los nombres más mencionados son: José Antonio Meade, José Narro, Aurelio Nuño, Miguel Ángel Osorio Chong, Manlio Fabio Beltrones, Enrique de la Madrid, Eruviel Ávila. Yo voy a apoyar al que mi partido elija, soy priista y soy leal, siempre lo he sido y no voy a cambiar ahora, tenemos muy buenos prospectos.

Hay también mujeres, como Ivonne Ortega, pero yo quiero ser muy sincero y por eso me expreso con libertad, no tengo cargo público, no estoy en posición de acceder a un cargo público, entonces soy un hombre libre, que piensa y que se expresa.

Yo quiero decir algo, conozco a José Antonio Meade desde que era un niño, lo conozco desde hace más de 40 años. Lo he seguido, lo he observado desde niño, adolescente, a joven, a servidor público, a gran funcionario, que ha llegado a ser cinco veces secretario, dos veces Secretario de Hacienda, Secretario de Energía, Secretario de Relaciones Exteriores y Secretario de Desarrollo Social.

Director de la Financiera Rural, ligado al campo, ligado a la energía, ligado a la diplomacia, ligado a la política hacendaria, ligado al desarrollo social, ligado a la política fiscal. Un hombre intachable, honrado, capaz, brillante, jovial, sensato, prudente, conciliador, gran conciliador, con una dimensión universal, por eso yo considero que José Antonio Meade, sin menospreciar a nadie, es quizá el mexicano en el que el PRI se puede fijar y en el que otros partidos se pueden aliar y muchas personas de la ciudadanía, de derecha, de centro, de izquierda, ciudadanía que no milite en ningún partido político, puede ser convencida, puede ser convocada por un hombre probo, honorable, patriota, brillante, capaz, que en todos sus desempeños ha mostrado una gran capacidad, una gran desempeño, una gran eficacia, una enorme eficiencia.

Yo iré hablando de otros de los aspirantes, de los nombres, que el PRI tiene y quizá después podremos hablar también de los aspirantes de otros partidos políticos. Ahora estamos hablando de competitividad, de apertura, de verticalidad y de transparencia, todo sea por México. 

El país es más importante que los partidos, los partidos son parte de nuestro país, son entidades de interés público.