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Opinión

Ernesto Echeverría… El hilo del mecate

Punta de Lanza.

07/05/2017

Ema Guadalupe Félix Rivera lleva pocos meses de haber asumido la titularidad de la Auditoría Superior del Estado de Sinaloa y siente ya el peso de su alta e importante responsabilidad.

La Auditora sufre de los estragos del remolino político en que su órgano fiscalizador está metido, con las controversiales cuentas públicas heredadas por el exgobernador Mario López Valdez y los alcaldes que lo acompañaron en el último tercio de su mandato.

Ema Guadalupe sabe que en la ASE se juega con fuego y que ahí, quien no es parte de la orquesta, deberá meterse a la pista de baile, si no quiere resultar con quemaduras.

Se asegura que un traspié o un error en la tarea a su cargo la llevaría a dar las gracias a los 38 diputados que le dieron su voto para llegar a esa importante, pero delicada responsabilidad, y a solicitar permiso para retirarse de la encomienda en aras de irse a vivir una vida más tranquila, con menos sobresaltos y enconos.

Ya ocurrió con su antecesor Antonio Vega Gaxiola, quien sin dar oportunidad de partir el pastelito de despedida, agarró sus “tambiachis” y de un día para otro, sin explicación alguna abandonó las frescas y confortables oficinas de la ASE.

Sobre esa polémica renuncia se desataron las especulaciones, muchas de las cuales coincidieron en señalar que la huida de “Toño” Vega no fue por incapacidad o enfermedad alguna, sino por miedo a enfrentar las consecuencias de su actuación como jefe de la ASE.

Se entiende en ello que Vega Gaxiola pudo haberse enterado de lo mal que estaban las cosas en materia del manejo de recursos públicos y prefirió decir aquí corrió, que aquí quedó… mal con alguien.

Se comenta también, que a paso lento y con ojo de hormiga, los trabajadores de la ASE han estado trabajando con microscopio en la revisión de los manejos de los dineros públicos, aunque saben que el destino legislativo que se les dará a las cuentas de los ayuntamientos y Gobierno del Estado por ellos auscultadas, no dependerá tanto del estado en que las reporten al Congreso, sino de los arreglos y componendas que las cúpulas políticas realicen para aprobarlas o en su caso reprobarlas. De cualquier manera, en la ASE tratan de hacer bien las cosas. 

Ahí está a la luz pública la controversial auditoría realizada a la pasada Secretaría de Salud del Estado que encabezó Ernesto Echeverría Aispuro, misma que está ya públicamente señalada de haber sido manejada de manera abusiva e irresponsable, a grado tal que se encuentra con grandes adeudos y millonarias derogaciones no comprobadas; sin embargo, el tema sigue atorado.

Y aquí el problema no es tanto el destino judicial que pudiera enfrentar el exsecretario de salud, sino el tamaño y poder político y económico de los empresarios Salido Artola, quienes aparecen en las revisiones de las cuentas de la Secretaría de Salud, como parte importante de las componendas realizadas y equivalentes a varios millones de pesos.

Esa es la gran zanja que se abre, por un lado, entre la exigencia de la sociedad por enjuiciar a Ernesto Echeverría y, por otro, la pasividad de diputados y la misma ASE de actuar en tiempo y forma, y conforme a derecho, para dejar las cosas en claro.

Otro ingrediente que le pone un sabor extra a esta controversial situación de corte eminentemente político, lo constituye el hecho de que, quienes con mayor énfasis encabezan la lucha por transparentar y poner en su exacta dimensión el estado que guardan las cosas en torno al Sector Salud, es el periódico Noroeste, precisamente el contrapeso editorial de El Debate, el arma poderosa que blande la familia Salido Artola para meter en cintura a quien se le salga del Huacal.

Este naciente episodio surgido a raíz de la citada controversia de castigar o indultar a los responsables del desfalco al sector de la salud pública en Sinaloa nos pudiera llevar a otra guerra, en este caso, de corte mediático, y sería entre los dos más grandes e importantes medios informativos impresos de nuestro estado.

Por cierto, pudimos atestiguar el rumbo que llevan las cosas en ese sentido, luego de observar al director general de El Debate, Javier Salido Artola, aparecer en portada de este diario, muy sonriente al lado del gobernador Quirino Ordaz Coppel.

Quien observó la foto y la nota principal del día, en donde se destaca una importante declaración del gobernador sobre el tema de seguridad, llegó a la conclusión de que, por lo menos la familia Salido Artola, no tiene por qué preocuparse del estado que arrojen las investigaciones que la ASE realizó respecto a los recursos públicos que Ernesto Echeverría Aispuro hizo en su paso por la Secretaría de Salud.

Tras la portada de El Debate de este miércoles, es factible imaginar que, al estilo de Poncio Pilatos, alguien se estaría lavando las manos para dejar que el mecate se reviente por lo más delgado y permitir al gobierno de Quirino Ordaz presentar a un culpable por actos de corrupción.

Así el pueblo que clama justicia queda contento y el gobierno actual demuestra interés por castigar a los ladrones de los dineros del pueblo… De ser así, Ernesto Echeverría sería candidato a las rejas.

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