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Opinión

Aceptación y Resignación

Reflexiones.

La aceptación y la resignación son dos situaciones emocionales diferentes, que nos llevan a una vida más tranquila... o a una vida de inconformidades.

La resignación es aguantarnos porque no nos queda de otra, ya sea porque cometimos un error, porque padecemos una enfermedad, la pérdida de un ser querido o tenemos que soportar a alguien con muy mal carácter, que nos dice: así soy y así me voy a morir, dando por hecho que no puede cambiar.

Y esta resignación solemos vivirla con frustración, coraje o dolor... con un reclamo permanente a la vida o a Dios, diciendo: “no sé hasta cuándo voy a soportar esto”.

Y la aceptación es estar convencidos de que ciertas situaciones son así y no las podemos cambiar y, con valentía, debemos aceptarlas, sacando lo bueno de cada suceso, empezando por aceptar nuestros errores, con el firme deseo de corregirlos, a través de nuestra fuerza de voluntad.

Recordemos, pues, que la resignación es una actitud pasiva y conformista que no nos permite avanzar.

Sólo la aceptación consciente, valiente y honesta nos lleva a la recuperación y liberación.