Vivir en la oscuridad

Padre... En el correr de la vida del ser humano son muchos los cambios que solemos tener. Algunas veces en forma positiva y en otras, no tanto; sin embargo, solemos pensar que son las demás personas las que han cambiado hacia nosotros. Incluso, llegamos a sentir que hasta tú nos has abandonado.

Es importante que tengamos la suficiente honestidad para darnos cuenta y aceptar que somos nosotros quienes hemos cambiado y que hasta de Dios, o del ser superior en el que creamos, nos hemos alejado para darle paso a otras prioridades.

Es increíble como nos pasamos horas en una fiesta o haciendo negocios o simplemente platicando en una reunión con los amigos, pero para platicar contigo y agradecerte, si es que lo hacemos, medimos el tiempo... Oramos a la carrera y sentimos que ya cumplimos contigo.

Que vergüenza señor... Cuánta ingratitud hacia ti... Parece ser que la soberbia, el amor al dinero y a placeres banales nos dominan y nos hacen olvidar que eres tú el dueño de la vida, que algún día tendremos que rendir cuentas de nuestro paso por éste mundo.

Dale luz a nuestro entendimiento, Padre... Para salir de la oscuridad en la que estamos viviendo.

Perdónanos, Señor... Porque no sabemos lo que hacemos.