Enfermos y sin dinero llegan indígenas explotados en BCS

Los Mochis, Sin.- Después de 48 horas de viaje, sin un peso en la bolsa y con enfermedades como varicela, conjuntivitis y hepatitis, es como regresaron al Cerro Cabezón, Guasave, los 32 adultos y 20 niños indígenas que fueron explotados por una empresa privada en Vizcaíno, Baja California Sur.

A pesar de la situación difícil que atravesaron, la mayoría se dijo feliz de estar ya en tierra sinaloense a lado de sus familias. Todos agradecieron a las autoridades federales y estatales por haberlos rescatado y ayudado a dejar atrás la amarga experiencia.

Fue alrededor de las 13:00 horas de este sábado que la unidad que rentó la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas para el traslado de los guasavenses arribó al campo pesquero del que son originarios. En el sitio fueron recibidos por la Comisión para la Atención de las Comunidades Indígenas de Sinaloa y el Consejo Supremo Mayo Cobanaros.

Rápidamente la doctora María Isabel Astorga, de la coordinación del Consejo Supremo Mayo Cobanaros, les realizó una revisión médica, detectando varios casos de varicela en niños y adultos, conjuntivitis, faringitis y de hepatitis.

“Encontramos 5 casos de varicela en niños, 1 caso de hepatitis en un niño de 3 años, y un muchacho que convulsionó, 2 niños con conjuntivitis y una señora con una faringitis, fue básicamente lo que encontramos, ah, y u adulto con varicela de 40 años”, detalló.

El caso de hepatitis es el que más le preocupa a la doctora, debido a que el pequeño se encuentra muy débil por la enfermedad, la cual, al parecer contrajo por bebé agua contaminada en el albergue en el que se hospedaban.

El niño permanecerá en cuarentena, y gracias al apoyo del Secretario de Salud Pública, Ernesto Echeverría Aispuro, y del director de Prevención y Promoción de la Salud, Álvaro Martín Acosta Padilla, se le dará un seguimiento hasta que se encuentre mejor.

> Abusos.

Fórmula /Luz Noticias estuvo presente en la recepción de los 52 indígenas mayo-yoremes en el Cerro Cabezón, Guasave, y algunos de ellos narraron a este medio la serie de abusos del que fueron víctimas, entre ellos: la falta se servicios de salud, atentados a su libertad personal y denunciaron las condiciones insalubres en las que habitaban.

“El niño tenía demasiada temperatura y le hablé a uno de los guardias para ver si podían ayudarme y que nos llevaran a la ambulancia allá con el doctor”, detalló Karely Sarahí Sotomayor Valenzuela.

Por su parte, Julio César Valenzuela Cervantes reveló: “mi esposa me abortó allá, de lo mismo, de que no la quisieron atender luego”.

“Como quien dice estábamos encerrados como en Almoloya, porque si íbamos al mandado revisaban las bolsas de todo a todo para ver qué pasábamos”, refirió Karime Bacasegua Cervantes.

Mientras que César Preciado se quejó de las condiciones en las que vivieron y laboraron: “había muchas moscas, chinches, y pues las incapacidades no las pagaron tampoco”.

Ahora todos ellos piden que su caso no se olvide, que se presione a las autoridades de trabajo de Baja California Sur para que  castigue a quienes los hicieron vivir bajo estas condiciones por 54 días en Vizcaíno, y sobre todo, que fije un antecedente, debido a que aseguran no solamente la etnia mayo sufrió de abusos, sino también las etnias de otros estados.

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